viernes, 15 de noviembre de 2013

"¡CASTIGADO! ESTA SEMANA NI ENTRENAS, NI HAY PARTIDO, ASÍ APRENDERÁS…. "

Todos conocemos esta frase pero, ¿sirve de algo? Sabemos la gran lista de beneficios físicos que tiene el deporte:
- fortalece los músculos y huesos 
- previene la obesidad.
- previene el riesgo de enfermedades tales como la diabetes
- puede corregir posibles defectos físicos
- ayuda a coordinar movimientos
- estimula la higiene y la salud
- duermen mejor…
Pero, ¿y cómo herramienta educativa y psicológica? El cerebro de un niño/a deportista es más activo, la atención y la concentración toman protagonismo, escuchan, asimilan, actúan según directrices de sus entrenadores y a la vez se centran en movimientos sin perder de vista a sus compañeros. Es su día a día en el entrenamiento.
Su práctica fomenta el ser perseverantetolerar el error propio y el de los compañeros y aprender de ellos como parte del proceso de  aprendizaje. Los niños se sienten de este modo protagonistas activos de su aprendizaje repercutiendo de una manera valiosísima en su autoconfianzaautoconcepto y autoestima, compañeros de viaje a lo largo de todas sus vidas.
Cada día que privas a tu hijo/a de la práctica deportiva impides su desarrollo físico, mental y de su larga lista de beneficios. Desde pequeños la clave es establecer los límites con firmeza y alternativas educativas ingeniosas para que el castigo sea la excepción y no la regla. En muchos casos, el castigo extingue la conducta de manera puntual, pero la raíz del problema no se soluciona y muchos niños/as siguen “haciéndola” cuando pueden o cuando creen que no les ven.
El castigo de moda: “Te dejo sin…” Está demostrando que no es efectivo y de allí conocidas expresiones: “le da igual que le deje sin…” Porque para que sea castigo educativo tiene que suponerle un esfuerzo, algo que le ayuda a autocontrolarse. Si le castigas sin ir a entrenar no sólo no hace el esfuerzo que tenía que hacer para desplazarse, sino que además deja de hacer lo que estaba haciendo, no cumple con el compromiso que tiene con sus compañeros etc. Es decir, estás fomentando la no responsabilidad. 
Reflexión: pautas claras y dialogo en el momento adecuado para transmitir las normas es la clave para un nuevo comienzo.
Yolanda Cuevas Ayneto (Psicóloga)

1 comentario:

  1. Muchas gracias por el interés y la difusión del artículo.
    Un saludo.

    Yolanda Cuevas Ayneto
    Psicóloga de la salud y el deporte
    @YolandaCuAy
    www.yolandacuevaspsicologa.wordpress.com

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