El sábado por la mañana viajábamos a Navalmoral a jugar contra nuestro rival directo para ocupar la primera posición del grupo. Este doble enfrentamiento es importante, ya que asegura un mejor cruce de acceso a la fase final de la competición.
El pabellón moralo, tremendamente frío, parece que también enfrió los ánimos de nuestros jugadores en el inicio del partido. Todavía no sabemos por qué, el comienzo fue absolutamente catastrófico, lo peor que ha hecho este grupo en la última temporada y media. Balones perdidos en pases sin sentido, jugador con balón que se "estrella" contra los 5 defensores en zona moralos, nula actividad defensiva que nos lleva a recibir bandeja tras bandeja...un desastre. Tan mal iba la cosa, que nos pusimos -16 en apenas 6 minutos de juego.
En ese momento entró en pista Pablo Barroso, que fue capaz de al menos parar la sangría en nuestro aro, controlando a uno de sus mejores jugadores. No éramos capaces de anotar con fluidez, pero ya no nos metían de una manera tan sencilla.
En el segundo cuarto mejoró todo. Se apretó mucho más en defensa y se circuló mejor la bola en ataque. El resultado, parcial de 5-18 en esos 10 minutos que dejaba el partido igualado a la mitad del mismo.
Tras la reaunudación, seguimos haciendo bien nuestro trabajo, moviendo bien el balón y penetrando con fuerza sacando faltas que nos daban opciones de tiro libre, ante la cerradísima defensa en zona el partido entero de los moralos. En ese momento, y habiendo conseguido dar la vuelta al marcador poniéndonos 8 arriba, una técnica al entrenador local cambia el partido por completo. Desde ese minuto, y hasta el final del partido (pasaron 23 minutos, 2 prórrogas incluidas), a los locales solamente les señalaron 3 faltas en contra, a pesar de su dureza defensiva interior.
A esto se le había sumado ya los problemas de faltas que arrastramos durante todo el partido. Con Manu y Nico ya expulsados por 5 personales, Navalmoral se ponía 3 arriba a falta de pocos segundos para el fin del encuentro. Tras tiempo muerto nuestro, una penetración con balón doblado a la esquina valía un triple de Rosado que nos llevaba a la primera prórroga. En ella, muchas canastas fáciles falladas por nuestra parte posibilitaban a los moralos ponerse 4 arriba y tener el partido en su mano. Pero una vez más, y esta vez con una postrera canasta de Ramon, nos íbamos a la segunda prórroga.
Por el camino ya había caído también por 5 personales Pablo Barroso, y la 5 de Ramón tampoco tardó en llegar. Todavía con 5x5 en la pista, fuimos capaces de obtener una ventaja de 5 puntos a falta de 4 minutos para el final. En ese momento, expulsado Alejandro Pérez, nos quedamos con 4 jugadores en pista: Rosado, N. Montero, Lucas y N. García. Una gran capacidad de sacrificio nos permitió mantener la ventaja en una situación de partido muy adversa. En los momentos más complicados y de más tensión, se supo sufrir y tener la suficiente cabeza para mover la pelota y dejar pasar el tiempo. Al final, un 72-73 que deja bien a las claras la igualdad entre ambos equipos en el partido entero.
Gran partido de baloncesto que nos sirve para crecer como equipo, y del que hay que sacar varias conclusiones. La más importante es que no se puede comenzar un partido con la relajación que lo hicimos, ya que en otro encuentro remontar 16 puntos de lastre resultará muy complicado. La positiva, que en una situación muy complicada (16 abajo, posesiones locales de más de 35 segundos, marcador que daba errores, zona cerrada 50 minutos del partido, jugar los 4 últimos minutos del partido con 4 jugadores en pista...) el equipo supo sacar carácter para llevarse la victoria en un encuentro muy difícil.
En el apartado individual, y tras varios partidos muy flojos, Rosado apareció cuando se le necesitaba para hacer un partido muy completo, nos alegramos todos por él. Durante el partido completo, gran lucha de Nacho G. bajo los aros con los interiores moralos, anotando mucho (23) y reboteando más si cabe.
Enhorabuena, y a seguir trabajando!
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